Una segunda invasión de diminutas ranas en menos de una semana desató de nuevo el pánico en China por la infundada teoría de que las migraciones de estos anfibios preceden un movimiento telúrico, informó hoy el diario Nuevo Pekín. La última plaga se produjo en torno a un lago del distrito de Jiangnin, en la ciudad de Nankín, cuando unas 100.000 ranas, de menos de dos centímetros de longitud invadieron las carreterascuando se dirigían al unísono hacia una misma dirección.
Los expertos se han apresurado a negar esta relación. El profesor Gao Guofu, de la Academia de Ciencias Biológicas de Nankín, señaló que se trata de un fenómeno natural: "Hace dos días que ha llovido, el aire está fresco y soleado, por loque es un buen momento para que las ranas salgan a tomar el sol". . EFE
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