imatos


jueves, 27 de enero de 2011

La cocina latina relevará a la japonesa



Gastón Acurio fue claro: “si los conceptos de la comida japonesa han triunfado globalmente durante los últimos 30 años, será la gastronomía latinoamericana la que le dé el relevo en el futuro por la originalidad de sus productos, su cultura y sus sabores”.
El cocinero peruano, que ha llevado la gastronomía de su país a todo el mundo, aclaró que el nuevo “gastroimperio latino” no es un imperio económico. Lo que se busca, dijo, “es que la cocina se convierta en un instrumento de oportunidades económicas, sociales, de tolerancia, no en un fin en sí mismo en el que los restaurantes acaban convirtiéndose en burbujas aisladas cuestionadas hasta por frívolas”.
Su cruzada para emplear la cocina como vehículo en la lucha contra las desigualdades es célebre y celebrada: “la cocina toca la agricultura, el mar, el medioambiente, el comercio justo, puede contribuir muchísimo a un mundo mejor en la medida en que el cocinero entienda que su rol es mucho más importante que el cocinarle a unas cuantas personas que van a comer a su local”.
Perú –dijo en Madrid– acostumbrado a creerse tercermundista, de pronto encuentra a través de su cocina un espacio de liberación y de presencia cultural importante para un país inmensamente rico y que sin embargo no ha sido hasta ahora capaz de ejercer una influencia en el mundo y de solucionar sus problemas de desigualdad. “La cocina latinoamericana lo tiene todo para convertirse en un producto presente globalmente en todo el mundo; tiene cultura, sabores, productos, palabras y conceptos originales, y cocineros que cada día hacen un trabajo mejor, unidos, con una visión trascendental y no meramente individual. Creo que el próximo gran concepto en el mundo, así como lo fue la cocina japonesa en los últimos 30 años, será la cocina latinoamericana y el Perú está a la vanguardia en ese sentido”,
Para muestra no un botón: la preparación de una comida para 1.200 personas elaborada por tres de los grandes chef de ese país: Acurio, Marisa Guiulfo y José Antonio del Castillo, todo bien regado con pisco, desde la clásica preparación en sour a sus combinaciones con maracuyá o los ricos chilcanos. 80 personas, en su mayoría peruanos, se afanaron en la enorme cocina del Palacio de Congresos de Madrid para elaborar el festín, que reseñó la agencia de noticias Efe.
A un ritmo frenético exprimieron 1.300 kilos de limas para “quemar”" los ceviches y los tiraditos, y darle el punto cítrico perfecto a los piscos, mientras otros se concentraban en dar el toque final a los más de 50 kilos de postres llegados desde Perú, de donde se trajeron buena parte de los ingredientes frescos, como los imprescindibles ajíes. Los guisos hervían en los fogones mientras los cocineros “aprontaban” los 400 kilos de pescado que se sirvieron ayer al mediodía. ¿Los abrebocas? Ceviche clásico de pescado y mixto con rocoto, tiraditos nikkei, shots de leche de tigre y conchitas a la chalaca con guarniciones de camotes glaseados, choclo desgranado, cancha y cebolla roja. La papa protagonizó la causa, en distintas preparaciones con cangrejo, atún y palta, con langostino, palta y gulf, con pulpo y salsa al olivo, y con escabeche de pescado. Además, yuquitas fritas. No faltaron los guisos del país andino: chupe de camarones, ají de gallina a la antigua, lomo saltado, tacu tacu con apanado y huevo montado, y seco de cordero al zapallo loche.
Humitas, butifarras, guarniciones de salsa criolla y cremas de ají y de rocoto fueron los aderezos del festín, que terminó con alfajorcitos surtidos, guargueros, encanelados y turroncitos de doña pepa. EFE.

Madrid fue paraíso goloso


Chocolate, turrones y helados se ofrecieron de la manera clásica, pero también en mezclas de vanguardia en Dulce Fusión, nuevo atractivo de Madrid Fusión. El chocolate fue rey; el manjar que más interesó durante la ponencia de Frederic Bau, del restaurante francés Umia, considerado uno de los máximos exponentes mundiales del trabajo artesanal con el chocolate. Mientras los expertos en cacao mostraron al afrutado manjari, con láminas de pimiento rojo asado, los cocineros de Unilever Food Solutions hicieron, en tres minutos, tres postres: pannacotta con toque vegetal –una ramita cocinada en un sirope de azúcar muy especiado–,crema brûlée con frutas tropicales y espuma de cerveza de jengibre, y mousse de chocolate servida desde un sifón y coronada con esponja de yogur.

Los más influyentes del mundo


El peruano Gastón Acurio, el brasileño Alex Atala y 6 españoles figuran en la lista de los 20 cocineros más influyentes del mundo, hecha pública en la cumbre gastronómica internacional Madrid Fusión. Los españoles Ferrán Adriá, Andoni Luis Aduriz, Juan Mari Arzak, Joan Roca, Martín Berasategui y Pedro Subijan, los franceses Michel Bras, Alain Ducasse, Pierre Gagnaire y Joel Robuchon, el italiano Massimo Botura, los japoneses Nobu Matsuhisa, Yoshihiro Narisawa y Tetsuya Wakuda, el británico Heston Blumenthal, los estadounidenses Thomas Keller y Grant Achatz, y el danés Rene Redzepi, completan la lista. Estos veinte imprescindibles de la gastronomía mundial han sido votados por los 1.000 periodistas internacionales acreditados para la cita, en la que se abordaron las últimas tendencias en materia culinaria y se tomó el pulso a un sector que parece no resentirse en exceso de la crisis económica.
Fuera quedaron otra decena de chefs internacionales, entre ellos Pascal Barbot, Denis Martin, Charlie Trotter, Denis Martin, Magnus Ek o José Andrés. Un listado, por cierto, en el que sólo figuraban dos mujeres: las mexicanas Marta Ortiz (Dulce Patria) y Patricia Quintana (Izote). Y elegidos los veinte mandamases de la cocina mundial la IX edición de Madrid Fusión comienza a retirar la mesa, plegar manteles y guardar sartenes hasta el año que viene.

martes, 18 de enero de 2011

Michelin recompensó a los gastropubs


La guía Michelin de Gran Bretaña e Irlanda que celebró 100 años la semana pasada recompensó por primera vez varios pubs gastronómicos y otorgó su segunda estrella a la chef francesa Hélène Darroze. Los pubs ocupan un lugar privilegiado en la edición 2011: El Pony & Trap en Chew Magna, cerca de Bristol, obtuvo su primera estrella y Canton Arms, en Londres, entró en la lista de los Bib gourmands, mesas de calidad con una buena relación precio-valor. No hay cambios en los tres estrellas británicos, que siguen siendo cuatro: Fat Duck, de Heston Blumenthal; Waterside Inn, de Alain Roux; Gordon Ramsay, del chef escocés homónimo; y Alain Ducasse at the Dorchester. Dieciséis restaurantes tienen dos estrellas, dos de los cuales son nuevos. Hélène Darroze, instalada en el prestigioso hotel Connaught de Londres, es una de las ascendidas, pese a que su restaurante de París fue degradado de dos a una estrella el año pasado por la versión francesa de la prestigiosa guía. El "muy británico" Nathan Outlaw, un especialista en pescado instalado en la región de Cornualles, también recibe la segunda. El Reino Unido e Irlanda cuentan en 2011 con 123 establecimiento con una estrella, 12 de los cuales nuevos, y 26 nuevos "Bib gourmands". Entre los flamantes recompensados, "Londres sigue siendo muy ecléctico" señala la guía. Poco tienen en común, en efecto, el Viajante del chef portugués Nuno Mendes o el Galvin La Chapelle, situados ambos en los barrios populares del este de Londres, y el campestre Petersham Nurseries Café, junto al Támesis.

Crece el interés por la cocina británica


Nunca tuvo buena reputación pero a juzgar por la explosión de ventas de libros de cocina y de programas de televisión con sus chefs estrella, algo está cambiando en el país del fish and chips y el pastel de riñones. Lo demuestran las ventas de Jamie's 30-Minute Meals, el último libro del cocinero Jamie Oliver: más de 1 millón de copias. Cuando llegó al Reino Unido hace 10 años, la canadiense Marie Rayner esperaba encontrarse con una comida “horrible”. Ahora, la cocinera jubilada, originaria de Nueva Escocia, tiene uno de los blogs más populares –http://theenglishkitchen.blogspot.com–, en el que se esfuerza por “demoler los mitos sobre la cocina inglesa, receta a receta”. Jean-Christophe Slowik, propietario del restaurante londinense L'Absinthe, destaca además de la labor de Oliver la de Nigella Lawson, Gordon Ramsey o Heston Blumenthal, “cocineros que han puesto la cocina británica en el mapa”. Para Slowik, la gastronomía británica ha dado un salto fenomenal en los últimos 10 o 15 años, gracias a una mejoría de los productos locales.