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sábado, 10 de septiembre de 2011

Limeños se lanzan a comer en Mistura






Pocos minutos después de abrir sus puertas los limeños llenaron el recinto donde se celebra Mistura, la mayor feria gastronómica de América Latina, cuyo crecimiento con respecto a las ediciones pasadas refleja el boom de la cocina peruana en los últimos años.




Mistura es un amplio espacio donde más de 150 restaurantes tienen el desafío de atender a más de 300.000 personas en 11 días. Allí están representados los grandes restaurantes de Lima -como Astrid y Gastón, entre los mejores 100 del mundo-, pero también puestos ambulantes.




Mistura también ofrece la oportunidad para que las cocinas de provincia se muestren en el exigente mercado de una capital de más de 8 millones de personas que se ufana de su buen paladar, y es una vitrina al exterior tan cotizada que este año cuenta con la visita de varios de los chefs más reconocidos del mundo, el español Ferrán Adrià de la Fundación El Bulli, entre ellos, así como el brasileño Alex Atala o el danés René Redzepi.




Al lado de los restaurantes, un enorme galpón contiene lo que se ha llamado El Gran Mercado, que es aprovechado por pequeños productores de Lima y provincia para lanzarse a las grandes ligas locales. Rubén Sante Muñoz viene de la población de Huaytará, en la sierra central peruana. Su ilusión es encontrar algún empresario que se interese en sus productos lácteos -yogures y quesos- para poderlos traer a Lima. "Para nosotros participar en Mistura es un desafío; somos pequeños productores y hay entidades que nos ayudan para poder venir", dice. El tiene un pequeño stand en el mercado por el cual pagó 1.200 dólares. "Vale la pena. Si uno quiere figurar tiene que estar en Mistura".




Afuera miles de personas se mueven en medio de una oferta que va desde los ceviches y la comida nikkei, hasta el cerdo a las brasas. En cada puesto hay grandes filas. "Son las 11 de la mañana y prefiero almorzar ahora porque después será imposible por el gentío", dice Rocío Alarcón, una oficinista que pidió el día libre para poder estar en la jornada inaugural de Mistura.




Pero más allá del placer de comer y de poder comprar productos regionales, Mistura se ha convertido en el símbolo de una gastronomía que, según el ministerio de Comercio, le dio trabajo directo a 320.000 personas en 2010 en más de 60.000 restaurantes, de los cuales 33.000 sólo en Lima. Según Pedro Córdova asesor de la Sociedad Peruana de Gastronomía (Apega) "en los próximos 5 años se llegará a unos 100.000 restaurantes y se duplicarán los empleos". El movimiento gastronómico en el Perú el año pasado fue del orden de los 4.200 millones de dólares y en 2011 se debe llegar a los 5.000 millones, agregó.




Gastón Acurio, chef formado en Francia y considerado artífice del boom de la comida peruana y el responsable de su internacionalización, ha planteado que el fenómeno gastronómico debe convertirse en un multiplicador de riqueza, con un trato justo a toda la cadena de producción, desde el pescador o el pequeño agricultor hasta los grandes chefs, que son verdaderas estrellas en el país.




Justamente esta semana Ferrán Adriá dijo en Lima que Perú es vanguardia en el nivel gastronómico y está avanzadísimo en utilizar la cocina como un arma social para desarrollar un país. "En Perú la gastronomía se ha convertido en un medio para el desarrollo social", agregó.




Este año Mistura está dirigido por el chef local Mitsuharu Tsumura, quien señala que la feria "tiene visión y la filosofía de valorar los productos, más allá de incluirlos en nuestra cocina, lo que nos compromete a investigar y descubrir más, porque nosotros tenemos una tierra bendita". AFP

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